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VINOS NATURALES EN EL PUERTO

Publicada el 27/05/2013 por Mariana Martínez

Nuestra editora estuvo en la degustación y venta de Vinos Naturales del Puerto Viejo

El ambiente en el tercer piso del restaurante Puerto Viejo de Valparaíso el sábado pasado, era el de una película chilena de los años 80 ambientada a media luz, pintada de tonos rojos, dentro de un espacio gigante, de techos altos; con los presentes húmedos, abrigados con mucha lana. Y como, no, era ambiente de puerto, ese puerto viejo que se vive aún en el plano de Valparaíso. Todo el día había estado lloviendo y hacía frío afuera. El motivo del encuentro: Degustación y venta de vinos naturales. "Portodivino", que buen nombre. 



La invitación, que dimos a conocer acá en el planeta un par de días antes, era para conocer los vinos de seis franceses radicados en Chile, quienes están haciendo vinos con sus propias manos y con la menor intervención posible; los que se han dado a conocer en el mundo bajo el concepto -mal o bueno- de vinos naturales. Y como es normal y obligatorio con algunas intervenciones de música en vivo y danzas de telas colgando por los techos- partí a hacer toda la ronda y  conocer así conocer a todos los protagonistas presentes. 



Partimos por Domaine Raab-Mansai, propiedad de Daniel Raad, un señor de más de setenta (razón me imagino por la cual no estuvo presente) quien produce vinos de viñedos propios en Marga-Marga (Quilpué), valle de Aconcagua. Allí estaba su espumante de  "método ancestral"  Raab Blanc de Blancs Orgánico, los vinos tranquilos  Chardonnay Santa Elena y el Pinot noir Don Daniel. De los tres, destacable sólo el espumante, muy frutal, muy simple, a un muy buen precio rodeando los $4.000. Los otros, con azúcar residual alta, nariz con notas oxidadas; taninos muy rústicos el pinot. 



Siguiente parada Vinos Orgánicos Tipaume, un proyecto del ex enólogo de Córpora,  Yves Pouzet. Ahí estaba él con su mujer (Valentina Grez, de ahí el nombre de su vino fermentado en vasijas de greda). Su pequeño viñedo orgánico en Alto Cachapoal, plantado el año 96, con cabernet, carmenére, merlot, lágrima cristi y viognier, se cosecha todo el mismo día. Su pequeña bodega la construyeron el 2005 y de este año es su primera cosecha. La gracia es que la misma uva, la misma mezcla de cepas, van a diferentes procesos: Grez, va a fermentación y guarda en vasijas de greda de entre 120 y 140 litros (si vasijas pequeñas), la otra parte, la mayor parte va a barricas de madera viaja abiertas. De ahí lo interesante que resulta probar ambos vinos uno al lado del otro. Grez (sólo 350 botellas a un precio de 18.00 c/u), es más parco, más mineral, más ahumado (tal vez, supe por el ahumado de las ánforas para su limpieza) también más rústico; Tipaume (a $12.000), es más negro, más largo, con más fruta negra, de tanino más amable. Reveladores. 



De allí a lo más particular o radical de la noche, Vinos Vernaculares BOGUS de Christophe Beau, un francés -con marcado acento mejicano- que lleva año y medio en Chile. Él compra uvas a su vecino Raad en Quilpué. Beau vinifica en lo que sea, incluso cueros de vaca. En PortodiVino mostró dos vinos, un pinot noir con país y un pinot noir con merlot, ambos con grados de alcohol que llegan a los 17 grados, y altos grados de azúcar residual. En común: notas a higos a secos y avellanas chilenas tostadas. Su filosofía: acompañar a la uva hasta que se convierte en vino. Sus etiquetas, con el campo-mar chileno y una pareja de viñadores de protagonistas, son del artista francés, enamorado de Valparaíso, el famoso Loro Coirón. Quien remata su firma en la base de la etiqueta con frases como: ¡si poh!; al tiro; y ¡buena onda! 



La siguiente barrica o mesón de degustación, fue la de Emeric Geneviere- Montignac, un viejo conocido que hizo los vinos de Loma Larga por varios años. Hoy su filosofía es partir con buenas uvas, que no necesiten correcciones en la bodega; algo que aprendió de su colega francés, el socio de la Mosela del proyecto Montsecano,  Andre Ostertag. Para eso, me cuenta, riega menos y cosecha mucho antes. Su uva la compra a productores que tienen viñedos cerca de la bodega donde está vinificando, en Los Perales, Santo Domingo. La idea es que los siete proyectos de los cuales está a cargo hoy, todos en la zona, se vinifiquen en el mismo lugar, bajo los mismo patrones y filosofía: la de acompañar a la uva hasta que se convierte en vino sin intervenir. Entre sus vinos expuestos ese día destacó un delicioso sauvignon blanc 2012 de Bucalemu (el de Santo Domingo, no Colchagua) a $4.500, de una gran madurez en nariz, y gran frescura en boca, untuoso, largo. Otra delicia es el Syrah 2011 de Los Perales ($12.000 aprox), un tinto jugoso, de muy fresca fruta negra, guardado 18 meses en barricas usadas del más fino pedigrí. 



Avanzando llegamos hasta los vinos de Louis Antoine Luyt, quien no estaba presente. Sólo alcanzamos a degustar Primavera, una mezcla de carignan, cabernet y merlot y país. El País de Quenehuao, su estrella ya no quedaba. Primavera, desafortunadamente para mi gusto con demasiadas notas a cuero viejo e incluso témpera (propias de la contaminación de la levadura brettanomyces) aunque sin duda había muy rica fruta debajo, tal vez la más sabrosa, junto a la de los vinos de Montignac y Pouzet- de todo el grupo. 



Cerramos con los vinos del proyecto Domaine de Mason; propiedad de Aranud Frapin, un francés casado con chilena y radicado aquí, quien vende insumos enológicos y se aventuró -con la ayuda de toda la familia y amigos- a comprar hace un año una bodega con todo su stock de vinos a un escocés dedicado a la minería. La bodega y sus viñedos están ubicados en el valle de Choapa. Son apenas dos hectáreas donde hay plantado viognier, syrah y carmenere. Cada uno esta enbotellado por separado y también hay una mezcla. Entre todos,  su viognier resultó su carta más interesante; si buen es un vino simple, ligero, de muy rica fruta, también tiene sus notas a guayaba y melón de pulpa verde  y una rica acidez ($3.500). Del resto sólo puedo decir que hay poca fruta y claros defectos de mala guarda. Este año será la segunda cosecha en la que Frapin estará al mando; tiene amigos ayudando y muchas ganas. Esperamos probar sus nuevos vinos, con nuevos aires, el año próximo. Por ahora nos quedamos con el buen sabor además de un torontel fortificado que hace con varios amigos enólogos, Torontella.



Al final del recorrido, no tiene mucho sentido  sacar conclusiones sobre los vinos en general expuestos en PortodiVino, ya que son todos demasiado particulares; si pienso se puede hablar de factores en común entre este grupo de viñadores. Claramente a todos les gusta el vino y la magia que se produce entre la planta y su entorno más natural posible, y con tan sólo mirarlos a los ojos se puede saber que están aquí porque quieren pasar el resto de su vida en el campo; lejos de los lujos de la ciudad; cerca de la viña y de su fruto, el vino.  

Contactos:

Domaine Raab-Maison: e-mail: oliverjallois@vinosshop.cl

Tipaume: www.tipaume.cl  e-mail: ypouzet@tipaume.cl 

Bogus: http://vinos vernaculares.wix.com/bogus  e-mail: terrabogus@gmail.com 

Emeric Genevere Montignac: e-mail: emericmontignac@gmail.com

Louis Antoine Luyt: laluyt@gmail.com

Domaine de Manson: www.domaine-de-manson.cl e-mail: arnaud@domaine-de-manson.cl



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