Seleccionamos seis exponentes que provienen del sur de Chile, con una geografía singular, blancos puros que hablan de un origen que no deja indiferente a nadie y que hoy varios están dispuesto a aventurarse con vinos de calidad.
En el fin del mundo y en condiciones extremas,
con un clima frío, muchas lluvias y humedad, se producen vinos con uvas que
maduran lentamente. Acá, las orientaciones de las plantaciones son claves para
capturar la luminosidad y temperatura asoleada del lugar. El sur de Chile,
gracias a su particularidad geográfica y climática, genera excelentes
exponentes atípicos y con personalidad. Un nuevo foco, que incluye a Malleco y
Osorno, en el que varias viñas ya apuestan con buenísimos resultados. Tome nota
y disfrute de alguno de ellos.
AQUITANIA
SOL DE
SOL CHARDONNAY 2015 ($16.990)
VALLE DE
MALLECO
Imposible no nombrarlo, pues esta fue una de las
primeras viñas en atreverse a explorar la zona hace cerca de 20 años. El
Chardonnay es elaborado por su propio dueño, el enólogo Felipe de Solminihac,
quien le ha dado a este vino gran reconocimiento y prestigio mundial. El vino
fermenta en barricas francesas nuevas y usadas y durante su crianza se mantiene
en contacto con sus lías, otorgándole gran personalidad. Tiene aromas a frutas
blancas ácidas, a pomelo amarillo y especias. En boca es voluptuoso, con acidez
firme y crujiente, es equilibrado, profundo, largo y mineral. Imperdible con
centolla en todas sus preparaciones.
CASA
SILVA
LAGO
RANCO SAUVIGNON BLANC 2017 ($19.000)
VALLE DE
OSORNO
Desde el 2006 y con viñedos propios en Futrono,
a 900 kilómetros de Santiago, la bodega incursionó con parras de clima frío (a
70 metros del lago Ranco) que desafían el clima lluvioso y húmedo de la zona.
Tienen 11 mil hectáreas que van en su ya consolidada línea Lago Ranco, con
espumantes Riesling, Pinot Noir y este Sauvignon Blanc exquisito que destaca.
Tiene aromas herbales y cítricos y una boca ácida, con buen volumen,
envolvente, fresca, elegante y particular.
Disfrútelo con ceviche.
COUSIÑO MACUL
GOTA DE LUNA SAUVIGNON BLANC 2017 ($10.000)
VALLE DE MALLECO
Proveniente de Traiguén, en la Novena Región, la tradicional bodega innova con este buenísimo blanco, una versión muy distinta a sus reconocidos tintos del Maipo. Este vino viene de una zona fría y lluviosa, que da como resultado un blanco mineral, con notas herbales, a fardo, membrillo, piedra y ají amarillo. En boca es seco, amplio, cremoso, con toques a pimienta blanca y acidez crujiente. Un gran aliado para los sashimis de pescado.
MIGUEL
TORRES
CORDILLERA
SAUVIGNON BLANC 2017 ($12.990)
VALLE DE
OSORNO
Siempre al día con las novedades, viña Miguel
Torres presentó hace pocos meses su vino más austral. Se trata de este
Sauvignon Blanc proveniente de plantaciones en terraza en La Unión, a 35
kilómetros del mar, en la Región de Los Lagos. El proyecto se inició hace tres
años con el objetivo de dar a conocer la mejor expresión de un vino sureño. En
nariz es austero, con aromas cítricos, a jengibre, heno e hinojo, mientras que
en boca es fresco, untuoso, mineral, largo, con un dejo salino y elegante
acidez. Pruébelo con mero y ensalada de algas.
RIBERA PELLIN
NATURAL
BRUT 2010 ($30.000)
VALLE DE
OSORNO
El ingeniero agrónomo Rodrigo Moreno junto a unos socios se
aventuró hace algunos años en desarrollar una viña extrema con variedades de clima frío
en un campo de tan sólo 3,5 hectáreas, en la localidad de San Pablo, cerca de
Osorno. Una apuesta que ya les ha dado bastantes elogios y que lo tendría
quizás como el mejor espumante nacional. Es producido con las cepas Pinot Noir
y Chardonnay, con 40 meses en contacto con sus lías, bajo el método
tradicional. Tiene aromas a flores, piel de naranja, manzanilla y manzanas al
horno. En boca es complejo, redondo, con burbujas finas y elegantes. Es seco,
persistente con acidez filosa. Tiene gran potencial de guarda. Perfecto con
erizos.
VICAP
LOS
CONFINES, MOSCATEL DE ALEJANDRIA 2018 ($10.000)
VALLE DE
MALLECO
Proveniente de un viejo viñedo de 0,6 hectáreas
en Angol, el enólogo Raúl
Narváez y el abogado Juan Pablo Lepín producen este particular
Moscatel orgánico, quizás el más austral, en colaboración con Gendarmería, pues
las parras se encuentran al interior de un recinto penitenciario, donde los
reclusos trabajan la parte agrícola del viñedo, esto, además, como forma de
reinserción social. El vino es un blanco agradable, austero en aromas, con
suaves toques florales y a fruta blanca. En boca es muy puro, bebible, fresco y
delicado. Degústelo con conejo.
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