Más sólida que nunca, con un amplio abanico de actividades y gran afluencia de público, la feria demostró que está viviendo su mejor momento. Y que es PROWEIN definitivamente donde los especialistas y el mundo del vino tienen que estar hoy.
En los pasillos se escucha rumorear que por lejos esta es la mejor feria de
vinos, cervezas y espirituosos del mundo y que Vinexpo de Francia, otro de los
grandes encuentros viníferos, ha perdido fuerza y que ya no es lo mismo que en
años anteriores. La verdad los comentarios siempre fueron positivos para
Vinexpo pero el último tiempo enólogos y productores no están muy satisfechos,
muy por el contrario dicen que es en Dusseldorf donde hay que estar, que es la
meca del vino, un encuentro de negociaciones de importadores y exportadores
real.
¿PERO QUÉ ES REALMENTE PROWEIN?
Hace pocos días fui invitada por Camchal (Cámara
Chileno Alemana de Comercio e Industria) y la misma feria para vivir la experiencia
en vivo de degustar y conocer el alcance de este encuentro, además de ver en
acción a personajes mundiales y monitorear el quehacer de las viñas nacionales.
Una gran instancia, convertida en la mayor escena de lo más relevante del
sector de vinos y bebidas espirituosas a nivel internacional. Cada año se
realiza en Dusseldorf, Alemania, esta vez entre el 17 y el 19 de abril. Una
gran plataforma que este 2019 celebró su 25 edición con más de siete mil
expositores de 64 países del mundo, aquí profesionales de la viticultura, el
comercio, la producción y la gastronomía se unen para establecer distintas
relaciones de negocios, conocer las últimas tendencias de la industria y
disfrutar también, si quieren, del programa paralelo de charlas, seminarios y
distintos eventos en torno al vino y destilados como la conferencia del Comité
del Champagne de Epernay, que informó sobre el estado de las exportaciones del
2018 y su desarrollo actual, o asistir al encuentro de Sommelier de Alemania
que se realizó en el mismo establecimiento, entre muchas otras actividades.
Este año, la feria que se dividió en 10 pabellones,
registró un total de 61.500 visitantes del sector de 142 países, muchos de
ellos personajes que influyen directamente en decisiones de compra de este
rubro. Acá uno puede encontrarse con los grandes vinos del mundo y excelentes
muestras de Francia, Italia, Alemania, España, Austria, Portugal, Estados
Unidos, Chile, Argentina, Uruguay, incluso de destinos más desconocidos como
Hungría, Rumania, Japón o Moldavia.
Para visitar la feria es necesario ir algo
informado y saber que realmente quiere degustar y conocer porque el lugar es
realmente inabordable, pues hay una gran cantidad de pasillos que llaman la
atención, en los que uno puede estar disfrutando por horas de interesantes
vinos de distintos países, y donde por supuesto tienen un lugar especial los
exponentes ecológicos, que avanzan, con más de 300 expositores de vinos
orgánicos, biodinámicos y naturales del mundo, además de espirituosos. También
hay una imperdible área enfocada a los vinos ganadores del Mundus Vini, una de
las competiciones de vinos más importante del rubro para probar sólo vinos con
distinciones. Los amantes del Champagne disfrutaron de un elegante lounge que
este 2019 contó con más de 50 bodegas e incluso hubo un espacio dedicado sólo
al packaging, con diseños llamativos y extravagantes.
Esta feria no sólo es interesante por lo que uno
puede ver, degustar y aprender sino porque uno descubre un mundo del vino que
va mucho más allá, que supera las expectativas, con los tradicionales países
productores y otros más nuevos que se suman. Un salón en el que además se
reconocen distintas tendencias como los vinos provenientes de viñedos plantados
en altura que cada vez vienen con más fuerza, el destape de las sangrías, las
sidras y vinos en lata, que quieren seducir a un público más juvenil.
PERSONAJES Y MÁS…
Grandes y pequeños productores están presentes en
la feria. Los clásicos, con miles de años de historia, como Burdeos, el Ródano,
Borgoña de Francia; el Piamonte, la Toscana de Italia y La Rioja y Ribera del
Duero de España. Y también del Nuevo Mundo con vinos diversos, de calidad y a
precios convenientes. Ya ven un gran universo bebible donde también está
presente Same but Differente, una instancia con productos artesanales que muestra
novedades tanto en cervezas como licores con más de 100 expositores de varios
países.
En esta jornada de tres días nada es al azahar,
todo funciona como reloj, hay un excelente ambiente, una gran puesta en escena,
una temperatura adecuada, copas que van en la línea y un servicio de lujo, con
stands, en su mayoría comandados por los propios dueños de las bodegas, sus
enólogos, comerciales y sommeliers por eso no es extraño encontrarse en los
pasillos con el mismo Dirk Niepoort (quinta generación), de la bodega familiar
Niepoort, que data de 1841, el nombre más importante de Portugal, considerado
uno de los mejores productores de oporto, con vinos interesantes, con
personalidad, producidos en lagares con mínima intervención y famosos por ser
envejecidos en antiguos barriles, botellas y damajuanas.
O con el enólogo español del momento, Raúl Pérez
que parece un verdadero rock star, aclamado por su fanaticada. Elogiado y
distinguido en varias oportunidades, su bodega del mismo nombre, ha sido
destacada también entre las mejores del mundo. Pérez hace sus propios vinos en
Bierzo y asesora otras en León, Rías Baixas, Ribeira Sacra y Monterrei.
Son vinos de intuición, con un estilo propio, de producción muy limitada,
producidos con uvas autóctonas, olvidadas, con poca influencia, sin químicos,
respetando la tierra, el entorno, el viñedo y sus tiempos, dando como resultado
vinos bebibles en el momento pero que se prolongan también en el tiempo.
Grandes empresarios también son parte de este magno
evento como Bernard Magrez, el primer négociant de Francia que hoy tiene un
imperio vitivinícola con cerca de 40 propiedades distribuidas en el país galo,
España, Argentina, Marruecos, Uruguay, Portugal, Chile, entre otros, que
incluyen grandes crus classés, con algunas de las denominaciones más
prestigiosas de Burdeos como Chateaux Pape Clement (Pessac-Léognan), Fombrauge
(Saint-Emilion), La Tour Carnet (Haut-Médoc) y Clos Haut-Peyraguey (Sauternes).
Sin duda, como otros, el sector de Francia es para
pasar largas horas aprendiendo y degustando todos sus valles y subzonas, como
Sancerre, famosa por sus blancos secos pero también por sus tintos ligeros, que
provienen de suelos calcáreos y que destacan por su untuosidad, elegancia y
mineralidad como los de la bodega de Alphonse Mellot, con sus reconocidos
Sauvignon Blanc y Pinot Noir con gran expresión de lugar. Y zonas no tan
conocidas como la Denominación de Chinon, ubicada también en el valle del
Loira, que destaca por sus vinos frutales. Acá los vinos de la bodega familiar
Domaine Grosbois, nos sorprendieron. Tienen 15 hectáreas con viñedos orgánicos
distribuidos en distintas parcelas, con diversas uvas, donde sobresalen el
Cabernet Franc y el Chenin Blanc, que crecen sobre rocas calizas y que dan
vinos sedosos, profundos, elegantes, con gran carácter frutal como La Cousine
de Ma Mere o el delicioso Clos du Noyer.
De acá cerca también, en el país vecino, nos
cautivó con su conversa el reconocido enólogo argentino Daniel Pi, que estaba
exponiendo los vinos del Grupo Peñaflor, entre ellos los de viña Trapiche pero
también los de su autoría y que son una maravilla como El Imperfecto, compuesto
en su mayoría de Malbec y algo de Cabernet Franc. Acá cerca de 125 bodegas
estaban on fire, con un gran despliegue de comerciales interesados en conocer
los vinos de la zona.
CHILE EN PROWEIN
Nuestro país, por supuesto, no estuvo ausente de
esta gran extensión vinera con cerca de 70 viñas nacionales que acudieron para
mostrar los atributos y la diversidad de los vinos chilenos. Por ejemplo el
enólogo Toti Undurraga estaba en su stand con las nuevas añadas de viña Koyle
que ahora tienen certificación Demeter (marca de productos biodinámicos),
importante dice para los mercados internacionales, cada vez más interesados en
que se cumpla este criterio. Con sus vinos quiere mostrar la identidad del lugar
de donde provienen (Los Lingues y Paredones), la fruta y los taninos del suelo.
Bien solicitado por la prensa extranjera estaba también el propietario de Viña Clos de Luz, Gabriel Edwards, con sus premiados vinos y novedades como Arao, una amigable mezcla de Carmenère, Cabernet Sauvignon y Syrah, que aún no se comercializa en Chile. Y el nuevo y elegante Malbec 2017 que entra a su línea Massal, con mucha tipicidad.
El grupo Movi (Movimiento de Viñateros Independientes) también estaba con novedades y distintas reuniones comerciales. Nos encontramos con Daniela Gillmore, que estaba en representación del enólogo Andrés Sánchez, mostrando su último emprendimiento Vitavitis, que viene a ampliar la matriz de vinos en Chile con exponentes de variedades italianas como Aglianico, Montepulciano, Primitivo, Falangina, entre otras, plantadas en Loncomilla. Son vinos con potencia, fuerza, tánicos, con gran evolución de guarda.
Asimismo, Mauricio Garibaldi contó con sus consistentes vinos como el Sauvignon Blanc Mako 2016 de Casablanca, que tiene una gran evolución en boca, y su interesante rosé Durif 2016 de Syrah y Malbec. Y Clos Andino daba a degustar, además de sus vinos, un nuevo y excelente ensamblaje compuesto por la variedades Cabernet Sauvignon, Carmenère (valle de Cachapoal) y Tempranillo (valle del Maule).
Por otra parte, Viu Manent mostró nueva imagen en sus etiquetas, que reflejan una mayor identidad y el terroir de cada uno de sus vinos. Y el nuevo Viu 8 Infinito, una elegante mezcla compuesta en su mayoría con la cepa Cabernet Sauvignon, ya que les faltaba un exponente con esta variedad en su línea de alta gama.
Pequeños productores también se dieron el lujo de asistir a este encuentro como J.A. Jofré, que además de mostrar sus trascendentales vinos, aprovechó la ocasión para lanzar El Lote, una cooperativa liderada por él, que integra a pequeños viñateros con exponentes expresivos, de origen, como Iñor de la variedad País, el Cinsault Puñao del Itata, entre otros, que reflejan vinos de territorio de distintos valles vitivinícolas.
En conclusión, la afirmación se repite, grandes y pequeños viñateros tanto de Chile y el mundo quieren estar en Prowein, ya que esta es la mejor ocasión para reforzar lazos comerciales existentes, generar nuevos y planificar actividades para el resto del año.
ATKIN EN PROWEIN
Revuelo hubo en un momento en el pabellón de Chile
cuando Tim Atkin, el afamado crítico de vinos ingles presentó su reporte 2019,
dando a conocer lo mejor del año, esto luego de haber recorrido más de 4 mil
kilómetros y probar 1.283 vinos nacionales. Acá los premiados:
Enólogo del Año: Marcelo Papa (Concha y
Toro)
Enólogo joven del año: Christian
Sepúlveda (Bouchon Family Wines)
Enólogo Leyenda: Mariluz Marín (Casa
Marín)
Vino Tinto del año: Viñedos de Alcohuaz RHU 2014, Elqui
Vino Blanco del año: Errázuriz Las
Pizarras Chardonnay 2017, Aconcagua Costa
Rosé del año: Bodegas RE Pinotel 2017,
Casablanca
Espumante del año: Valdivieso
Cuvée Aniversario Blanc de Blancs 2014, Bío Bío
Vino dulce del año: Torreón de
Paredes Sweet Raquel LateHarvest 2015, Cachapoal
Descubrimiento del año (vino blanco): Carmen DO Florillón 2017, Apalta
Descubrimiento del año (vino tinto): Flaherty Wines Petite Sirah 2015, Cauquenes
Mejor evaluado del año (vino tinto): Mayu Sangiovese Reserva 2016, Elqui
Mejor evaluado del año (vino blanco): Piedras del Encanto Kürüf Moscatel de Alejandría 2018, Itata
Mejor Rosé del año: Pérez Cruz
Lingal Rosé 2018, Maipo Andes
Mejor Espumante del año: NV Cono Sur
Sparkling Rosé, Bío Bío
Mayor información en www.prowein.com