En marzo próximo nuevas variedades y sorpresas mediterráneas se unirán a la siempre sorprendente oferta de la viña.
Ricardo Baettig, enólogo jefe de Viña Morandé, hace ya un tiempo, desde que asumió la dirección de las líneas altas de la bodega, viene haciendo un cuidadoso trabajo enológico, en el que imprime su sello, potenciando vinos frescos, de origen, donde destaca la fruta por sobre la madera, con ricas acideces.
Tras
esto, fuimos hasta Pelequén, donde se ubica la bodega de viña Morandé
perteneciente al Grupo Belén, para probar sus recientes novedades. Cambio de
etiquetas, más frescura, incorporación de nuevas cepas y audaces mezclas fueron
parte de esta muestra exclusiva que en marzo se apronta a salir al mercado.
De
las barricas que antiguamente ocupaban en su línea Edición Limitada ahora vemos
una mayor cantidad de fudres para fermentar el vino y guardarlos en ellos
mismos para preservar frescura y tipicidad. Ahora hay una definición más clara
en esta línea destinada a variedades poco comunes y elaboradas de forma
diferente.
Probamos
de su Edición Limitada, el clásico Sauvignon Blanc en su versión 2013, que hoy
cambia de etiqueta, y que fue fermentado y criado en fudres para dar una mayor
amplitud y fuerza en boca. Exquisito vino con carácter proveniente de parras de
1997 del fundo El Ensueño en el valle de Casablanca.
NOVEDADES DE MAULE
Pero
si hay un vino rico que destacar, sin duda la incorporación del Malbec 2013 en
la línea Reserva, promete. De parras de 60 años de la zona de Pencahue, en el
Maule, bajo el concepto 1 a 1, es decir, una planta cuya uva va en una botella
de vino. ¿El resultado? Un vino floral y aciruelado, guardado 12 meses en
fudres; exquisito con una tremenda acidez, donde la fuerza de la fruta manda
por sobre todo.
Otra
de las primicias y gran sorpresa que degustamos fue un Sangiovese. Tras la
vasta experiencia de Baettig durante
años trabajando en distintas regiones de Italia, era que no aprovechar su
expertise para vinificar esta variedad emblemática de La Toscana. Acá, en su
versión 2012, de la línea Edición Limitada, y de parras del 2004, podadas en cabeza del viñedo llamado
Matto, en Loncomilla, Cauquenes. Larga vida para este vino que aún comienza su
peregrinaje y que destaca por sus notas sanguíneas, minerales y a grafito. En
boca es jugoso con taninos secantes y mucha frescura.
BLACK EDICION
LIMITADA
A estas pocas botellas también se suman dos interesantes mezclas en la línea Edición Limitada Black: Mediterráneo del Maule 2011, un blend compuesto por Garnacha (parras de más de 60 años), Syrah, Marsanne, Carignan y Roussanne del valle del Maule. Para esto Ricardo vinificó estas variedades al estilo mediterráneo, fermentando las variedades blancas (Marsanne y Roussanne) con una tinta. Es decir, cofermentó Syrah con Marsanne y Carignan con Roussanne y Garnacha pura con el objetivo de dar más complejidad y suavidad a este vino lleno de frutas rojas y especias. Su boca es jugosa, potente y deliciosa. Un imperdible.
Y Mezcla de Campo 2013, elaborado con tres variedades (Carginan, Cabernet Sauvignon y Malbec) en una mezcla poco usual, que da como resultado un vino tremendamente negro en aromas y sabores. Destacan toques a moras, árboles silvestres y maqui. En boca es un vino chúcaro, fresco con un dejo balsámico, taninos filosos y final jugoso.
OJO CON EL GRAN
CREOLE
Gran
final para un recorrido memorable junto al equipo de Morandé. Magnífica
degustación de su Vigno 2012 del valle del Maule (Carignan, Chardonnay y
Syrah), en una versión deliciosa con menos barrica y más fudre, donde se muestra
toda su expresión frutal con mucha vivacidad y taninos aterciopelados. Y por
cierto su vino Creole 2014, experimentación que el Grupo Belén ha hecho en
House Casa del Vino para dar libertad y rienda suelta a la creación de los
enólogos que están a cargo de las diversas bodegas del holding. En este caso,
el de Ricardo es una mezcla de Cinsault y País del secano interior, macerado en
huevos de cemento, que resulta un verdadero jugo de uvas, ultra frutal, jugoso,
amable, fresco.