El enólogo presentó nuevas cosechas y un proyecto que potencia a productores de uvas con ideas diferentes.
El enólogo Juan Alejandro Jofré presentó, junto a las nuevas cosechas de sus Vinos Fríos del Año, su reciente proyecto colaborativo que potencia a productores de uvas con ideas distintas. ¿El plan? Hacer vinos más innovadores.
SUS VINOS
Desde
2014, el enólogo Juan Alejandro Jofré nos viene sorprendiendo con su forma de
hacer vinos. Antes también lo hacía en viña Maquis, pero desde que se
independizó irrumpió con un nuevo estilo en su proyecto Vinos Fríos del Año, un
trabajo personal que potencia al valle de Curicó con cepas no tan conocidas y
que se caracteriza por tener vinos jóvenes, con personalidad, de mucha
frescura, rica acidez natural y alcoholes moderados. En un encuentro hace
algunas semanas, el enólogo nos mostró las nuevas cosechas 2017 de su rosado
refrescante y aromático producido con Garnacha y Petit Verdot de la zona de
Sagrada Familia. Su espectacular y
provocador Semillón, de parras de más de 80 años de la zona de Romeral, vinificado
con sus pieles, y mezclado con un 15% de Sauvignon Vert de Los Queñes, es un vino
que tiene que probar, ya que está dentro de los mejores nuevos semillones
nacionales. Es luminoso, complejo, graso, con aromas a campo, a fardo, con
acidez muy chispeante y buena amplitud en boca. Y su buenísimo blend compuesto
por Malbec, Tempranillo y Cariñena, es de esos vinos para beber más de una botella.
Muy frutal, jugoso, con distintas capas, lleno de aromas a frutas negras,
taninos aterciopelados y acidez crujiente.
LO
NUEVO
Dentro
de su nuevo proyecto, Juan Alejandro Jofré presentó dos vinos inéditos junto al
viticultor y productor de vinos Renán Cancino, el diseñador Ismael Prieto, que
da identidad a los vinos a través del diseño de sus etiquetas; y el comercial
José Ignacio Hernández, quienes hacen un trabajo multidisciplinario a fin de
solucionar de forma integral las necesidades de distintos productores. Se trata
de de T3rzo, un singular y mineral Pinot Noir año 2017, de Silvana Cavallieri,
que proviene de las dos hectáreas que heredó de sus ancestros italianos en
Capitán Pastene, en el valle de Malleco. El vino es vinificado con escobajos,
para darle más agarre en boca, levadura nativa, con un paso de nueve meses en
barricas usadas. Y aunque su nariz aún es austera, sus notas a frutas negras y
hierbas prevalecen. Además tiene carácter y fuerza en boca. Por otro lado, Triada 2017 de la familia Pons Raineri, un Malbec de la
zona de Sagrada Familia, en Curicó, que dará que hablar por su gran potencia,
concentración, mucha frescura, notas cárnicas y frutosidad. También es vinificado
con un porcentaje de escobajos y crianza en barricas usadas durante nueve
meses.
Por
otra parte, este 2018 Jofré ya cosechó dos hectáreas de un País de más de 100
años en la zona de Lolol, Colchagua Costa, siendo el próximo vino colaborativo
que podría lanzarse a fin de año.
Encuéntrelos en tiendas
especializadas.