Cinco viñas se unieron para presentar sus vinos Semillón y mostrar la diversidad de estilos que se pueden producir con esta interesante variedad.
Un grupo de enólogos de
diferentes viñas se reunieron para realizar una inédita, interesante y versátil
degustación de sus vinos Semillón, una variedad blanca olvidada, con buena
capacidad de guarda, que hoy es patrimonio vitivinícola, de las más importantes
en los 90 y que fue erradica por el Sauvignon Blanc y el Chardonnay. Esta es
una fantástica iniciativa que pone en valor, recupera y muestra la gran
diversidad de esta cepa de piel dorada, famosa en la región de Burdeos y
también en la producción de blancos dulces como el Sauternes. Tiene aromas
florales y frutales más una boca untuosa con toques a damascos, cítricos y
miel. Tome nota de estos buenos exponentes.
J.A.
JOFRÉ, VINOS FRÍOS DEL AÑO BLANCO 2015, VALLE DE CURICÓ ($11.900)
De romeral alto proviene este Semillón de 60 años de
edad, vinificado, además con un 20 por ciento de Sauvignon Vert del mismo
campo. Jofré maceró con las pieles por cerca de 4 meses, para potenciar la boca
de este rico vino, luego rellenó con Sauvignon Vert y traspasó a un estanque de
acero inoxidable. ¿El resultado? un excelente exponente con aromas a damascos
turcos, confitura de naranja, flores blancas, un toque de miel y pomelo rosado.
Su boca es elegante, muy frutal, con buen peso, graso, envolvente con rica
acidez más un final goloso, adamascado y seco. Una delicia. Disfrútelo con
solomillo con zeste de naranja y guiso de mote.
CARMEN,
QUIJADA #1 SEMILLÓN SB 2015, VALLE DE COLCHAGUA ($14.990)
El enólogo Sebastián Labbé elaboró este Semillón,
compuesto en un 87 por ciento por esta cepa más un 13 por ciento de Sauvignon
Blanc, que proviene de viejas parras de Apalta plantadas en suelo granítico. Su
vinificación fue de manera tradicional con uva sin protección de manera
oxidativa y prensada con los pies. Fermentó en barricas de roble francés de
tercer uso. Tuvo guarda sobre sus borras por 4 meses y luego fue envasado con
un porcentaje de Sauvignon Blanc de Leyda para darle mayor vibrancia. Este vino,
con sólo una producción de 150 cajas, tiene aromas intensos, con notas
especiadas, tostadas, a miel, almendras y ají cacho de cabra. Su boca es grasa,
con carácter, potente, redondo, fresco y seco. Una maravilla con porotos
granados.
ARESTI,
TRISQUEL SERIES SEMILLÓN 2015, VALLE DE CURICÓ ($9.000)
De viñedos propios, con un suelo franco arcilloso, es
este Semillón 100 por ciento que elabora el enólogo Juan Ignacio Montt. Su
vinificación fue sin mucha intervención en cubas de huevos de concreto,
fermentó con sus pieles por cerca de 2 meses para darle más porosidad en boca y
luego pasó a cuba de acero, sin trabajo de borras ni madera para mostrar esta
cepa en su máxima expresión. Entre sus aromas destacan las notas a lichi,
higos, flores de naranjo, jazmín, semillas de maravilla y pera granulosa. En
boca es cremoso, lineal, amable, frutal con toques a membrillo más una
agradable acidez final. Pruébelo con pastel de centolla o comida china.
BOUCHON, LAS
MERCEDES SINGULAR 2015, VALLE DEL MAULE ($7.500)
Felipe Ramírez elaboró este Semillón de viñedos de 70 años del sector de
Batuco, en Talca, a 30 kilómetros del mar. Su vinificación es a baja
temperatura en acero inoxidable con maceración sobre sus lías por cerca de 4
meses para una mayor fuerza en boca. Tiene un gran potencial de guarda y una nariz marcada por las notas
cítricas, con cáscara de piña cocida y flores blancas. En boca es cítrico,
salino, fresco, seco y chispeante, perfecto para acompañar con unas almejas en
salsa verde.
CASAS
DEL TOQUI, BARREL SERIES SEMILLÓN 2015, VALLE DE CACHAPOAL ($5.500)
Después de años produciendo en la viña Semillón en
algún momento hubo una baja por contar con menos hectáreas enfocadas a esta
variedad. Hoy Alfonso Duarte nos presenta este vino que proviene de parras del
43, cosechadas como Sauvignon Blanc, a bajas temperaturas, y fermentado semi
oxidativo como Chardonnay con movimiento de lías. Es un vino aromático con
notas a miel del ulmo, limón maduro y pimienta blanca. Su boca es dulzona,
madura, pero no empalagosa, con toques a cítricos de naranja. Ideal con
camarones y pollo a la parrilla.