Conversamos con Francisco Baettig, enólogo jefe de Viña Errázuriz, sobre la tendencia de los vinos blancos en Chile, su espectacular The Blend y lo nuevo que trae la viña.
Con vasta
experiencia en la enología, Francisco Baettig es un profesional disciplinado,
que ha demostrado -durante sus más de 10 años en la bodega- consistencia y
calidad tanto en sus grandes y premiados vinos tintos como también en sus
reconocidos y frutales blancos. Todos exponentes marcados por un sello de
elegancia, balance y expresión de origen de la fruta, que busca potenciar interesantes
vinos de especialidad. Ese es el caso del blanco excepcional The Blend 2015,
compuesto por las variedades Marsanne, Roussanne y Viognier, que dan vida a una
mezcla llena de aromas a membrillo, flores, mandarina y durazno blanquillo más
una boca cítrica, amplia, vertical, jugosa y fresca.
¿Qué buscas en tu mezcla hit The Blend White?
En The Blend
White 2015, que viene de la parte media del Valle de Aconcagua, de un viñedo
llamado Las Vertientes muy cerca de Seña, buscó un vino con la tipicidad
aromática de las cepas blancas mediterráneas (flores blancas como madreselva,
acacia, frutos secos, especias, miel), pero con una boca fresca, jugosa y
nerviosa, además de una buena estructura fenólica y ligero amargor, que lo
hagan un vino gastronómico, adecuado para acompañar comidas. También me gusta
que tenga buen potencial de guarda, que asegure una evolución en la botella y
mayor complejidad.
¿Por qué crees que ha repuntado el gusto por los
vinos blancos?
Creo que el
estilo ha cambiado en general. La calidad ha mejorado mucho, los vinos se han
hecho más bebibles, más equilibrados y complejos. Hoy hay menos alcohol, menos
madera dulce, hay más jugosidad, más capas, más verticalidad. Eso se ve
claramente en los últimos años del Chardonnay, por ejemplo. El Sauvigon Blanc
también ha ido cambiando su estilo desde esas notas demasiado verdes hacia
notas más complejas, cítricas, de fruta tropical fresca, con bocas más
minerales y secas. Así, la oferta también se ha ampliado a otros productos como
algunos buenos Rieslings y a otras muy atractivas mezclas mediterráneas.
¿Con qué podemos disfrutar The Blend?
El The Blend
White 2015 muchas veces lo acompaño con interiores. Puede parecer raro pero funciona
muy bien con mollejas y prietas, por ejemplo, porque tiene buena estructura y
un ligero amargor.
¿Qué le falta a Chile para que se le reconozca en
el extranjero con sus blancos?
Creo que desde
hace algunos años ya estamos en el camino adecuado. Hay nuevos valles que han
aportado mucho. Malleco, Limarí, Aconcagua Costa, Choapa, etc. Son vinos de
nicho, de restaurante y de tiendas de vino, no de supermercado, por tanto éstos
requieren canales de venta diferentes y Chile ha explotado poco ese espacio.
Los importadores de vino chileno en su mayoría están enfocados al off trade y
menos al on trade, por lo que hay que exigirles que hagan más la pega en ese
sector o bien abrir el canal en dos. No nos atrevemos a hacer eso pero se
puede. Cuando les muestras buenos vinos a los compradores, a los sommeliers,
los ponen en las listas. Es algo que está empezando a cambiar pero que requiere
mucho más esfuerzo. Es un trabajo de hormiga que tiene alto impacto en la
imagen y el posicionamiento.
VIENE UN ESPUMANTE
¿Qué diferencia al Aconcagua Costa, de donde vienen
algunos de tus vinos, de otros valles fríos chilenos?
Aconcagua Costa
es un valle frío precoz (brota temprano) con pocos riesgos de heladas de
primavera por el efecto regulador del mar, con algunas brumas matinales a
partir de febrero, que evitan los golpes de sol del verano. Esta condición
climática fría se traduce en vinos de graduación alcohólica moderada y acideces
presentes, que confieren jugosidad y nervio. Una característica especial de
este terroir es el suelo, formado por rocas metamórficas del tipo pizarras y
schistos, que generan vinos muy lineales, verticales, secos, salinos y
minerales en boca.
¿Qué te parece el boom de los espumantes nacionales? ¿Y ustedes cuando se suman a esta tendencia?
Lo encuentro genial. Yo soy un tomador neto de Champagne y sparkling. Hay gente trabajando
con buenas uvas para los vinos bases y, por ende, la calidad ha mejorado mucho.
Aún es muy incipiente pero ya hay varios que encuentro de un buen nivel.
Nosotros también vamos en ese camino, pues ya envasamos nuestro primer
espumante, que por ahora está en guarda con sus lías, esperando que salga en 3
años más. Era algo que quería hacer hacía mucho tiempo pero siempre me pillaba
la máquina y me faltaba el tiempo para darle foco.