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EL ESPECIALISTA

Publicada el 02/11/2015 por Carolina Freire

Conversamos con Francisco Baettig, enólogo jefe de Viña Errázuriz, sobre la tendencia de los vinos blancos en Chile, su espectacular The Blend y lo nuevo que trae la viña.


 

Con vasta experiencia en la enología, Francisco Baettig es un profesional disciplinado, que ha demostrado -durante sus más de 10 años en la bodega- consistencia y calidad tanto en sus grandes y premiados vinos tintos como también en sus reconocidos y frutales blancos. Todos exponentes marcados por un sello de elegancia, balance y expresión de origen de la fruta, que busca potenciar interesantes vinos de especialidad. Ese es el caso del blanco excepcional The Blend 2015, compuesto por las variedades Marsanne, Roussanne y Viognier, que dan vida a una mezcla llena de aromas a membrillo, flores, mandarina y durazno blanquillo más una boca cítrica, amplia, vertical, jugosa y fresca.

 

  ¿Qué buscas en tu mezcla hit The Blend White?

En The Blend White 2015, que viene de la parte media del Valle de Aconcagua, de un viñedo llamado Las Vertientes muy cerca de Seña, buscó un vino con la tipicidad aromática de las cepas blancas mediterráneas (flores blancas como madreselva, acacia, frutos secos, especias, miel), pero con una boca fresca, jugosa y nerviosa, además de una buena estructura fenólica y ligero amargor, que lo hagan un vino gastronómico, adecuado para acompañar comidas. También me gusta que tenga buen potencial de guarda, que asegure una evolución en la botella y mayor complejidad.

 

¿Por qué crees que ha repuntado el gusto por los vinos blancos?

Creo que el estilo ha cambiado en general. La calidad ha mejorado mucho, los vinos se han hecho más bebibles, más equilibrados y complejos. Hoy hay menos alcohol, menos madera dulce, hay más jugosidad, más capas, más verticalidad. Eso se ve claramente en los últimos años del Chardonnay, por ejemplo. El Sauvigon Blanc también ha ido cambiando su estilo desde esas notas demasiado verdes hacia notas más complejas, cítricas, de fruta tropical fresca, con bocas más minerales y secas. Así, la oferta también se ha ampliado a otros productos como algunos buenos Rieslings y a otras muy atractivas mezclas mediterráneas.

 

¿Con qué podemos disfrutar The Blend?

El The Blend White 2015 muchas veces lo acompaño con interiores. Puede parecer raro pero funciona muy bien con mollejas y prietas, por ejemplo, porque tiene buena estructura y un ligero amargor.

 

¿Qué le falta a Chile para que se le reconozca en el extranjero con sus blancos?

Creo que desde hace algunos años ya estamos en el camino adecuado. Hay nuevos valles que han aportado mucho. Malleco, Limarí, Aconcagua Costa, Choapa, etc. Son vinos de nicho, de restaurante y de tiendas de vino, no de supermercado, por tanto éstos requieren canales de venta diferentes y Chile ha explotado poco ese espacio. Los importadores de vino chileno en su mayoría están enfocados al off trade y menos al on trade, por lo que hay que exigirles que hagan más la pega en ese sector o bien abrir el canal en dos. No nos atrevemos a hacer eso pero se puede. Cuando les muestras buenos vinos a los compradores, a los sommeliers, los ponen en las listas. Es algo que está empezando a cambiar pero que requiere mucho más esfuerzo. Es un trabajo de hormiga que tiene alto impacto en la imagen y el posicionamiento.

 

VIENE UN ESPUMANTE

 

¿Qué diferencia al Aconcagua Costa, de donde vienen algunos de tus vinos, de otros valles fríos chilenos?

Aconcagua Costa es un valle frío precoz (brota temprano) con pocos riesgos de heladas de primavera por el efecto regulador del mar, con algunas brumas matinales a partir de febrero, que evitan los golpes de sol del verano. Esta condición climática fría se traduce en vinos de graduación alcohólica moderada y acideces presentes, que confieren jugosidad y nervio. Una característica especial de este terroir es el suelo, formado por rocas metamórficas del tipo pizarras y schistos, que generan vinos muy lineales, verticales, secos, salinos y minerales en boca.

 

 ¿Qué te parece el boom de los espumantes nacionales? ¿Y ustedes cuando se suman a esta tendencia?

Lo encuentro genial. Yo soy un tomador neto de Champagne y sparkling. Hay gente trabajando con buenas uvas para los vinos bases y, por ende, la calidad ha mejorado mucho. Aún es muy incipiente pero ya hay varios que encuentro de un buen nivel. Nosotros también vamos en ese camino, pues ya envasamos nuestro primer espumante, que por ahora está en guarda con sus lías, esperando que salga en 3 años más. Era algo que quería hacer hacía mucho tiempo pero siempre me pillaba la máquina y me faltaba el tiempo para darle foco.

 





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