Conversamos con Christian Sepúlveda de viña Bouchon acerca de sus vinos, variedades antiguas, tendencias, proyectos y más, esto tras ser elogiado por la prensa nacional y extranjera como el enólogo del momento.
Recientemente
distinguido por el Círculo de Cronistas Gastronómicos y del Vino de Chile como Mejor
Enólogo del Año, catalogado como uno de los 100 jóvenes líderes, según la revista
Sábado de El Mercurio, y elegido por el crítico de vinos inglés Tim Atkin como
Enólogo Joven del Año en su reporte 2019 de Chile, Christian Sepúlveda, el
enólogo jefe de viña Bouchon vive su mejor momento y no es mera casualidad porque
méritos le sobran, ya que hace varios años viene mostrando un trabajo arduo en
la enología, en su forma de hacer vinos, que lo diferencian con exponentes
sobresalientes, que tienen una historia que contar. Anteriormente, tuvo
distintas experiencias en viña Comte Armand, famosa por sus Chardonnay y Pinot
Noir, en La Borgoña, Francia, y en Felton Road Wines, en Nueva Zelanda. Luego
estuvo en viña Tabalí, especializándose en la producción de vinos de clima frío
y destacando en la búsqueda de nuevos valles, donde desarrolló gran parte de su
carrera. Hoy en Bouchon se ha consolidado demostrado su pasión por la enología
y la tierra, salvaguardando antiguos viñedos del secano maulino, trabajando con
uvas bordalesas pero haciendo mayormente hincapié en cepas olvidadas como el
País, el Semillón, el Carignan, entre otras, con las que produce vinos
distintivos y diferenciadores, que destacan mayormente por su origen. Aquí él también
se aventura con diversas vinificaciones, que han dado como resultado vinos muy
puros, y en algunos casos, audaces y rupturistas.
1. ¿Cómo ves la
industria vitivinícola hoy?
Yo la dividiría en dos. Por un lado, están los
vinos masivos que están atravesando un momento complicado, ya sea por
sobrestock o bajas en los precios de venta, provocando que los márgenes sean
cada vez más estrechos y las viñas se vean forzadas a bajar sus costos para
seguir siendo competitivas. Y por otro lado están los vinos de mayor valor
agregado. He visto que hay una mayor demanda por vinos distintos, que tengan
una historia que contar, un estilo diferenciador, los cuales en general son con
variedades que no se encuentran en todos los países.
2. ¿Cómo
defines los vinos que produces?
En general el frescor es un factor común en los
vinos que hacemos y que sean fáciles de tomar.
3. ¿Cuál es
tu filosofía para hacer vinos?
Intentar que los vinos representen lugares, que las
características del vino estén dadas por las condiciones de suelo y clima más
que por las técnicas de vinificación o tipo de guarda del vino.
4. ¿Cuál es
la tendencia actual de los vinos en Chile?
Ha habido una proliferación de pequeños proyectos,
que ha aumentado el abanico de vinos que se están haciendo en el país. Lo
interesante es que las viñas más grandes se han hecho partícipe de este fenómeno.
Además, hay que sumar el aumento de proyectos en base a variedades que no se
les prestaba real atención en el pasado y que son parte de nuestra historia.
5. ¿Y en el
mundo?
En general, al igual que en Chile, hay una
proliferación de zonas y variedades que fueron dejadas de lado por paradigmas o
razones comerciales, estos tienen en común mostrar variedades que no se
encuentran en todos los países, lo cual los hace un elemento diferenciador.
Creo que se está volviendo un proceso inverso a la globalización, que llevó a
una estandarización de los vinos para llegar a satisfacer a la mayor cantidad
de paladares con un vino similar, independiente del lugar de origen, y hoy hay
una vuelta a las raíces de cada país, más autenticidad de cada zona.
6. ¿Trabajo
de algún enólogo que te inspire?
Abel Mendoza de La Rioja y Raúl Pérez del Bierzo,
de España.
7. ¿Próximos
desafíos?
Los últimos años hemos lanzado al mercado nuevos
vinos, entonces el trabajo que viene es consolidar estas etiquetas, a través de
la calidad y la consistencia en el tiempo. Otro desafío más personal es pensar
en vinos de largo plazo, de buen envejecimiento.
8. ¿En qué
está viña Bouchon hoy?
Estamos trabajando en tres áreas. Primero está la
interpretación de variedades bordolesas, que están plantadas en todo Chile
(como Cabernet Sauvignon y Carmenère) y ser capaces de dar una propuesta que
represente nuestro viñedo de Mingre (valle del Maule), para esto nos hemos
dedicado al estudio de los suelos de nuestro campo. En segundo lugar,
estamos con una interacción en la zona que antes no teníamos, a través del
trabajo con pequeños productores de parras viejas, en su mayoría de País,
Carignan y Cinsault. Y, por último, estamos trabajando con variedades que
tengan una mayor adaptación a las altas temperaturas en condición de secano con
precipitaciones cada vez más escasas (pensando en el cambio climático). Por un
lado, realizando injertos y por otro con plantaciones nuevas de variedades
mediterráneas como Monastrell, Garnacha y Carignan, estas las estamos plantando
en cabeza y sin riego.
9. ¿Qué
significado tiene la cepa País para ti, ya que es una variedad que vienes
vinificando y potenciando desde tu llegada a la bodega?
La verdad que trabajar con esta variedad me abrió
los ojos en varios sentidos, por un lado siento una gran responsabilidad al
trabajar con parras de más de 100 años, (es como hacer vino en un museo)
interactuar con gente que han sido los guardianes de este patrimonio, he
aprendido mucho de ellos. También siento que como viña hemos contribuido de
alguna manera no a “rescatar”, sino hacer posible que se mantengan estas parras
y la cultura de trabajar la tierra, mediante la venta de vino País con una finalidad
comercial concreta, que ha permitido mejorar las condiciones para los
productores que no lograban ver una buena alternativa a estas plantas hace muy
pocos años.
10. Si te
dieran a elegir un lugar en el mundo para hacer vinos ¿Cuál elegirías?
Borgoña. Estuve trabajando y viviendo ahí en el
2009 y, sin duda, fue una experiencia que me marcó mucho en lo profesional, ya
que aprendí mucho sobre la sensibilidad en el vino. Además, una de las razones
para estudiar enología fue mi obsesión con el Pinot Noir.
11. Lo más
innovador en materia de vinos hoy en Chile está en…
Lo que está pasando en la zona sur, con
plantaciones nuevas desde Bío-Bío al sur y las distintas interpretaciones de
parras viejas desde el Maule a Bío-Bío.
12. ¿Algún
proyecto nacional que te llame la atención?
A nivel de viñas, lo que ha venido realizando De
Martino, ya sea por las interpretaciones de distintos lugares de Chile o como
se ha sabido reinventar en el tiempo. También en otra escala, me gusta lo que
hace el enólogo Roberto Henríquez en la revalorización de una zona y cultura, a
través de los vinos.
13. ¿Vinos
favoritos que no sean de Bouchon?
Sauvignon Blanc Talinay de Tabalí, Santa Cruz de
Coya de Roberto Henríquez, YAL de Mauricio González, Quinta das Bágeiras Garrafeira de Mario Sergio, Clos
des Epeneaux de Comte Armand, Renaissance de Auguste Clape, Ultreia Mencía de
Raúl Pérez.
14. ¿Cómo
hacer que las nuevas variedades, las recobradas y las tradicionales logren
equilibrio comercial y se integren exitosamente a los portafolios de las viñas
y sean más que una moda pasajera?
Yo creo que lo primero no es ser extremistas y
decir que Chile es sólo Cabernet Sauvignon o País, ya que Chile tiene una
primera influencia española y luego otra fuertemente francesa. Creo que lo que
venimos haciendo en Bouchon puede ser un buen ejemplo… no renegamos las
variedades bordolesas, que son parte de la influencia francesa, lo que si
intentamos es darle un estilo que sea del lugar para diferenciarnos de los
otros lugares de Chile, sino pasa a ser un comodity. Chile es conocido por
estas variedades, sobre todo por el Cabernet Sauvignon y el Carmenère, que son
sin duda un gran porcentaje de nuestra venta. Por otro lado, está el trabajo
con las variedades País, Semillón o Carignan, pero apostando en serio a que el
vino sea de calidad y que el trato a estas variedades sea diferente al resto
del portafolio, hablando de la enología y también de la comunicación de estos
vinos. Es importante entender que más que una moda hay distintos tipos de
consumidores, ya que muy distinta es la persona que compra un Semillón con
pieles que la persona que busca un ensamblaje bordelés
más clásico. Esto es lo que hay que trabajar.