Más allá de sus carnes, la carta de este comedor sorprende por una gran variedad de exclusividades, donde priman pescados, mariscos y más de una sorpresa de gran calidad.
Pareciera
de Ripley, pero el plato más famoso de esta ya tradicional parrilla capitalina,
no es un trozo de carne, ya que el Carpaccio de setas portobello con piñones y
aceite de trufas ($9.900), se ha llevado los elogios de todos los clientes
desde su apertura, hace cuatro años.
Es
cierto que, lo que llamamos increíble, no es un fenómeno, ya que en la gran
mayoría de las buenas parrillas que existen en la capital, los entrantes no son
mayoritariamente de carne, siendo los pescados y mariscos los más solicitados
por sus clientes. Acá, en Rubaiyat, la oferta es grande y sabrosa, ya que
aparte del ya famoso Carpaccio, ofrecen una buena serie de “adicionales” –por
así llamarlos- que se han mantenido en el tiempo, como su sabrosa Fideuá de
camarones al azafrán ($14.500), los siempre solicitados Locos a la parrilla ($13.100)
con papas confitadas, mayonesa de hierbas y hojas verdes, o su última novedad,
un Tataki de salmón curado con merengue de maracuyá y cremoso de palta ($9.200), de sabor sublime, pero una porción algo egoísta.
Por
tanto, de todo y para todos. No por ser enemigo de las carnes rojas, este lugar
está prohibido. Con un servicio que supera con creces lo conocido, la
asistencia siempre amable del jefe de sala y del sommelier, acá el cliente se
siente a sus anchas y no hay duda que disfrutará tanto o más que los idólatras
de la carne, la razón de ser de este restaurante que nació en Sao Paulo hace 60
años.
La
paleta de cortes de carne en el Rubaiyat es significativa y la preparan a gusto
del comensal. Pero como esta crónica va más allá de sus carnes, la Merluza
austral ($15.000), el Spaguetti mediterráneo ($11.900) o el pulpo al horno con
pimentón dulce ($15.000), son otras alternativas que no se pueden dejar pasar,
más aún cuando las guarniciones que ofrecen son verdaderas joyitas que hay que
degustar, como un maravilloso Quinoto con queso de cabra y tomate deshidratado
($5.800), una suave Pastelera de choclo ($6.500), el Mix de fungis ($6.500)
o su espectaculares Espinacas a la crema ($5.900). Todo esto, sin tomar en
cuenta sus invernales y sabatinas Feijoadas, que pronto regresan para felicidad
de muchos.
Los
postres también sacan suspiros. Como el famoso Panqueque Cabaña Las Lilas, con
mucho dulce de leche, y el Quindim una adictiva preparación brasileña en base a
yema de huevo, crema de chantilly de cachaça y coco tostado. Si a todo esto le
sumamos una atractiva carta de cócteles y una generosa y variada gama de vinos,
el placer está asegurado.
Si
el lector no es amante de las carnes, piérdale el miedo a las parrillas, ya que
hay bastante más de lo que generalmente se puede pensar. Rubaiyat no es sólo
carne y fuego. Su chef y cocineros no lo defraudarán.
RUBAIYAT
Dirección: Av. Nueva Costanera 4031 / Vitacura
Teléfono: 22617 9800
*Juan Antonio Eymin es
cronista gastronómico y fundador de Lobby, la primera revista destinada al
sector hotelero y gastronómico de Chile. En la actualidad sus comentarios
pueden ser leídos en varias publicaciones. Su independencia le da la libertad
necesaria para aconsejar a sus lectores, por eso donde va gusta destacar lo
bueno y lo malo.