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A LA CARTA: RUBAIYAT

Publicada el 25/04/2019 por Juan Antonio Eymin

Más allá de sus carnes, la carta de este comedor sorprende por una gran variedad de exclusividades, donde priman pescados, mariscos y más de una sorpresa de gran calidad.



Pareciera de Ripley, pero el plato más famoso de esta ya tradicional parrilla capitalina, no es un trozo de carne, ya que el Carpaccio de setas portobello con piñones y aceite de trufas ($9.900), se ha llevado los elogios de todos los clientes desde su apertura, hace cuatro años.


Es cierto que, lo que llamamos increíble, no es un fenómeno, ya que en la gran mayoría de las buenas parrillas que existen en la capital, los entrantes no son mayoritariamente de carne, siendo los pescados y mariscos los más solicitados por sus clientes. Acá, en Rubaiyat, la oferta es grande y sabrosa, ya que aparte del ya famoso Carpaccio, ofrecen una buena serie de “adicionales” –por así llamarlos- que se han mantenido en el tiempo, como su sabrosa Fideuá de camarones al azafrán ($14.500), los siempre solicitados Locos a la parrilla ($13.100) con papas confitadas, mayonesa de hierbas y hojas verdes, o su última novedad, un Tataki de salmón curado con merengue de maracuyá y cremoso de palta ($9.200), de sabor sublime, pero una porción algo egoísta.


Por tanto, de todo y para todos. No por ser enemigo de las carnes rojas, este lugar está prohibido. Con un servicio que supera con creces lo conocido, la asistencia siempre amable del jefe de sala y del sommelier, acá el cliente se siente a sus anchas y no hay duda que disfrutará tanto o más que los idólatras de la carne, la razón de ser de este restaurante que nació en Sao Paulo hace 60 años.


La paleta de cortes de carne en el Rubaiyat es significativa y la preparan a gusto del comensal. Pero como esta crónica va más allá de sus carnes, la Merluza austral ($15.000), el Spaguetti mediterráneo ($11.900) o el pulpo al horno con pimentón dulce ($15.000), son otras alternativas que no se pueden dejar pasar, más aún cuando las guarniciones que ofrecen son verdaderas joyitas que hay que degustar, como un maravilloso Quinoto con queso de cabra y tomate deshidratado ($5.800), una suave Pastelera de choclo ($6.500), el Mix de fungis ($6.500) o su espectaculares Espinacas a la crema ($5.900). Todo esto, sin tomar en cuenta sus invernales y sabatinas Feijoadas, que pronto regresan para felicidad de muchos.


Los postres también sacan suspiros. Como el famoso Panqueque Cabaña Las Lilas, con mucho dulce de leche, y el Quindim una adictiva preparación brasileña en base a yema de huevo, crema de chantilly de cachaça y coco tostado. Si a todo esto le sumamos una atractiva carta de cócteles y una generosa y variada gama de vinos, el placer está asegurado.


Si el lector no es amante de las carnes, piérdale el miedo a las parrillas, ya que hay bastante más de lo que generalmente se puede pensar. Rubaiyat no es sólo carne y fuego. Su chef y cocineros no lo defraudarán. 

 

 

RUBAIYAT

Dirección: Av. Nueva Costanera 4031 / Vitacura  

Teléfono: 22617 9800

 

*Juan Antonio Eymin es cronista gastronómico y fundador de Lobby, la primera revista destinada al sector hotelero y gastronómico de Chile. En la actualidad sus comentarios pueden ser leídos en varias publicaciones. Su independencia le da la libertad necesaria para aconsejar a sus lectores, por eso donde va gusta destacar lo bueno y lo malo.




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