La avenida Manuel Montt, otrora barrio familiar, hoy acoge a decenas de restaurantes donde destaca la cocina turca del Meze.
En
Turquía, país que alberga a 80 millones de habitantes, llaman meze al aperitivo,
que suele ser suculento, atractivo y sano. Ahí, y en pequeños platillos, grupos
de turcos se reúnen y degustan köfte, falafel, mücver, champiñones rellenos,
hojitas de parra, queso blanco, melón y un largo etcétera que generalmente lo
acompañan con Raki, su licor nacional, una bebida aromatizada con anís y
producida a través de la doble destilación de la uva, que se bebe mezclada con
agua.
Pero
no todo es aperitivo en este gran país.
Hace
cinco años, Onur Erdemir, un turco con estudios de gastronomía en Francia y que
llegó a Chile a turistear pero se encontró una chilena que le abrió el corazón,
decidió instalar un restaurante con la cocina que le apasionaba. Encontró un
local en Manuel Montt y comenzó a preparar su restaurante con ayuda de sus
amigos turcos (una colonia bastante pequeña) y el beneplácito de la embajada de
ese país en Chile. A poco abrir, el boca a boca fue su campaña publicitaria y
hoy se alza como único que presenta la verdadera comida turca - otomana en
Chile. Claro, todo el mundo conoce los Döner kebab, esa carne en láminas con
mucho de fast food, pero eso no es
turco, es alemán (aunque fue inventado por un emigrante turco). La real cocina
turca es diferente y tiene influencias
de todos los países que estaban en el imperio otomano: Grecia, Bulgaria,
Líbano, Armenia, etc., pero también del Asia central.
Ubicado
entre Europa y Asia Central, en Turquía se ha creado con los siglos una
gastronomía que es abrumadora por su variedad, alegre a la vista y muy sabrosa
al paladar.Turquía huele a cilantro picado, a verduras frescas, a damascos
orientales, a carne a las brasas y pescado recién salido del mar. Huele a
canela y a pan crujiente recién horneado, a dulces de miel, almendras y
pistachos y a aromáticas especias. La verdad es que Turquía huele bien y sabe
mejor.
La
carta del Meze ha ido creciendo con los años. Su carta es muy representativa de
la cultura gastronómica actual de los turcos. No hay picores. Obvio que los
sabores varían por el uso de especias que poco utilizamos, aun así se dice que
la cocina turca es sencilla y honesta, sin falsos artificios ni promesas a
medio cumplir. La variedad de sus platos y la calidad de su materia prima la
convierten en un placer asequible y saludable. A pesar de lo que se pueda uno
imaginar en un principio, la comida turca no enmascara los sabores de sus
ingredientes principales y, por ello, aunque el país sea famoso por sus
especias, éstas sólo realzan su sabor, jamás los ocultan.
Bonito
lugar con una terraza interior muy acogedora. Limpio, ordenado y con un
servicio acogedor, la fachada poco dice de su amplio interior. Acá hay que
venir con ganas de probar platos nuevos y combinaciones de sabores atrevidos,
pero muy agradables. A los mezes iniciales (una tabla de diferentes platillos
por $15.900), hay que probar la típica ensalada del pueblo turco, la Peynirli
çoban salatasi ($5.850) con tomate, pepino, cebolla morada y sumac (especia con
sabor a limón), hojas de menta fresca, limón y queso de cabra, servido con
aceite de oliva y salsa de granada, que lo transportará inmediatamente a este
lejano país.
Para
los fondos, dos buenos ejemplos son el Centik Kebap (tiras de filete de vacuno
salteado, acompañado de papas fritas hilo, y salsas de yogurt y tomates, $8.950),
y el Begendili tavuk şiş ($8.750), que son brochetas de pechuga de pollo
marinado, puré rustico de berenjenas y queso acompañado con arroz. Sin embargo,
no hay que perderse uno de los platos más típicos de la cocina turca, el Testi
kebabi, que será una de las grandes atracciones del lugar. Se trata de una
vasija de cerámica sellada completamente y que en el interior se cocinan
lentamente al fuego directo y arena, trozos de cordero, tomates, ajo, pimiento,
papas, cebollas enanas y comino. Tras horas en el fuego, el cocinero llega con
la vasija a la mesa y procede a romperla y repartir entre los comensales uno de
los estofados -o guisos- más maravillosos que se pueden probar alrededor del
mundo. Con una suavidad y sabor que sorprende, para ello llegó a Santiago el
chef turco Alí Bisyukafit, quien comandará la nueva carta que se estrena uno de
estos días.
A
la hora del postre, lo mejor y más representativo es su degustación de postres
($5.250), con Baklava, irmik helva, sekerpare y helados.
Agende
una visita. ¡No se arrepentirá ¡
Meze
Dirección: Av. Manuel Montt 270
Teléfono 22378 3646
*Juan Antonio Eymin es cronista gastronómico y fundador de Lobby, la primera revista destinada al sector hotelero y gastronómico
de Chile. En la actualidad sus comentarios pueden ser leídos en varias
publicaciones. Su independencia le da la libertad necesaria para aconsejar a
sus lectores, por eso donde va gusta destacar lo bueno y lo malo.